El Neoclasicismo Francés
EL NEOCLASICISMO
Contexto
Durante
los siglos XVII y XVIII, Francia era
gobernada por Luis XIV (1643-1715), “El
Rey Sol”; la máxima
encarnación del absolutismo (“El Estado
soy yo”) cuyo reinado se caracterizó por alcanzar el máximo esplendor en las
artes y las letras francesas, es por ello que al siglo XVII se le conoce como
“El Siglo de Oro Francés”.
Por último Luis XVI, el hijo de Luis XV, gobernó sin tino, envuelto en
placeres mundanos. Nunca se preocupó de los asuntos de gobierno. Preveía una
catástrofe y se le atribuye la frase “después
de mí… el diluvio”. Marcó la gran crisis de la monarquía francesa. Esta
decadencia fue el símbolo de una conmoción general en Europa: La Revolución
Francesa de 1789 y otras posteriores en Europa serán consecuencia de tal
situación.
Definición
El Neoclasicismo fue un movimiento cultural que volvió a los modelos de la
literatura grecolatina, es decir, fue de tendencia meramente preceptiva. Se
desarrolló en Francia en la segunda mitad del siglo XVII y el siglo XVIII y
surge como una reacción contra los planteamientos exagerados del Barroco.
Características
·
Racionalista
·
Actitud
crítica y reflexiva
·
Respeto
a las unidades aristotélicas
·
Fin
didáctico y moralizador
·
Análisis
de carácter del hombre (Moral)
Representantes
v Pierre
Corneille (Padre de la Tragedia Francesa): El
Cid, donde exalta la voluntad humana contra los sentimientos
v Jean
Racine: Andrómaca,
donde se representa el poder de las pasiones sobre el alma.
v René
Descartes: Discurso del método, donde se rechaza todo conocimiento
que no sea evidente a la razón.
v Fontaine:
Fábulas
v Defoe:
Robinson Crusoe
MOLIERE
(El
príncipe de la Comedia Francesa)
·
Después de haber hecho serios
estudios sobre los clásicos se dedicó al teatro, organizó una compañía (El
teatro ilustre) y anduvo tres años en provincias,
representando obras trágicas y cómicas.
·
De regreso a París, representa sus obras bajo la protección del Rey, de 1658 a 1673.
Esos quince años constituyen casi toda la creación literaria
de Moliere, llevando en este periodo una vida muy agitada, siendo actor,
director y autor al mismo tiempo; compone veintinueve obras, muchas de ellas
escritas en verso y divididas
en cinco actos.
Características
§ Satiriza su época (vicios sociales)
con una risa pensativa.
§ Sus personajes son de la Aristocracia
y la Alta burguesía
§ Estilo sobrio
§ Creó arquetipos (pedantes, avaros,
hipócritas, mujeres fatuas, médicos ignorantes, vanidosos, padres tiranos,
estafadores, entre otros)
§ Lenguaje realista
&
Las
preciosas Ridículas, es una sátira de las mujeres
elegantes de París que frecuentaban el Hotel
Rambouillet.
&
El
avaro, critica la avaricia como pasión innata. Tomado del
comediógrafo latino Plauto.
&
El
Tartufo, es un estudio sobre la hipocresía y su obra más perfecta.
&
Don
Juan, precursor del Juan tenorio de José Zorrilla.
&
El
médico a palos, traducida al castellano por
Leandro Fernández de Moratín, constituye una sátira contra los médicos petulantes.
&
El enfermo imaginario, en torno a un hipocondriaco que teme
la intervención de los médicos.
El tartufo
(Fragmento)
Tartufo
se introduce en la casa de Orgón y consigue la mano de su hija, Mariana. Asimismo
enamora a Elmira, la mujer de Orgón; siendo acusado por todos mas él le cree
por la hipocresía mostrada. Por ello le tienden una trampa para desenmascarar a
Tartufo
TARTUFO:
Me han dicho que queríais hablarme en este lugar.
ELMIRA:
Sí. He de revelaros ciertos secretos. Pero abrid esa puerta y mirad bien,
por prevenir sospechas; que un asunto parecido al de hace poco no es
seguramente lo que nos conviene. (…) En verdad tan turbada estuve que no le
acerté a desmentir; mas, gracias al cielo, todo ha terminado bien y las cosas
ahora están en más seguridad.
La estima de que gozáis ha disipado la tormenta y mi marido no tiene
recelo alguno al extremo que, para mejor desafiar los juicios malévolos, desea
que vos y yo andemos juntos en todo instante.
Por eso puedo, sin temor de ser criticada, hallarme aquí, encerrada, a
solas con vos, y ello me autoriza a abriros mi corazón, acaso inclinado en
demasía a tolerar vuestros ardores.
TARTUFO:
Esas palabras son harto difíciles de entender, señora, que de forma bien distinta hablabais hace poco.
ELMIRA:
¡Qué mal conocéis el corazón de las mujeres si semejante negativa os ha
incomodado! ¡Y que poco sabéis lo que quieren hacer entender cuando tan
débilmente resisten! En esos momentos nuestro pudor combate siempre toda razón
que hallemos contra el amor que nos avasalla. Siempre se haya en confesarlo
alguna vergüenza. Prohibimos primero, más por el talante que tomamos se hace
entender bien que nuestro corazón se rinde, que sólo por honor se opone nuestra
boca a nuestras ansias y que negativas tales lo prometen todo. Sin duda, esto
es haceros una confesión harto libre y cuidarme poco de mi pudor; pero, pues en
esto estamos, (…)
TARTUFO:
ELMIRA (Tosiendo
para advertir a su marido.).
¿Con esa celeridad queréis ir y tan pronto agotar la ternura de un corazón?
¿Me mato por haceros una confesión dulcísima y ello no os basta aún, que no os
daréis por contento si no se llega a los últimos favores?
(…)
TARTUFO:
(…) En fin, vuestros escrúpulos son cosa fácil de vencer. Podéis estar
segura de mi secreto, que el mal solo se halla en el escándalo. La ofensa está
en escandalizar a la gente; que no es pecar el pecar en silencio.
ELMIRA (Después
de toser una vez más.):
Ya veo que es necesario prepararse a ceder, que debo otorgarlo todo y
que, a no mediar esto, no me cabe persuadir. Desastroso es, sin duda, llegar a
eso y muy a pesar mío lo hago; pero, puesto que se obstinan en reducirme a
ello, puesto que no se cree en nada de lo que digo, y se quieren testimonios
más convincentes, necesario es resolverse y contentar. Si mi consentimiento
entraña alguna ofensa, recaiga sobre quien me fuerza a tal violencia. La culpa
en verdad no es mía.
TARTUFO:
Sí, señora; sobre mí recae, y la cosa en sí misma…
ELMIRA:
Entreabrid la puerta y ved si no está mi marido en esa galería.
TARTUFO:
No merece la pena de que nos tomemos ese cuidado. Es hombre, hablando
entre nosotros, fácil de conducir por las orejas. De todas nuestras pláticas él
no hará sino elogios; que le he puesto en el punto de verlo todo y no creer nada.
ELMIRA:
No importa. Os ruego que salgáis un momento y miréis con exactitud, toda
la galería.
(…)
TARTUFO (Sin
ver a Harpagón)
Todo, señora conspira para contentarme. He examinado con la mirada toda
esa galería y nada se ve. Mi alma, en éxtasis...
ORGON:
¡Más despacio! Os entregáis en exceso a vuestra amorosa inclinación y no
debéis apasionaros tanto. Queríais engañarme, ¿eh, hombre de bien? ¡Oh, cómo se
libra vuestra alma de las tentaciones! Queréis desposar a mi hija y codiciáis a
mi mujer.
Mucho he dudado de que ello fuera cierto y esperaba que todos cambiasen
de opinión; pero bien adelante se ha llevado el testimonio y no quiero pasar
más allá.
ELMIRA (A
Tartufo):
Todo esto lo he hecho contra mi voluntad, mas se me ha puesto en el caso
de trataros así.
TARTUFO:
¿Cómo? ¿Creéis...?
ORGÓN:
Dejaos de alborotos y despejad pronto de aquí sin andar en ceremonias.
TARTUFO:
Mi propósito...
ORGÓN:
Todos esos discursos no vienen a cuento. Hay que marcharse de casa y
pronto.
TARTUFO:
Vos, que tan altanero habláis, sois quien debe salir. La casa me pertenece,
como lo haré conocer, mostrándoos cuán en vano se ha recurrido a estos viles
rodeos para buscarme querella. Porque nada de lo que se piensa para ofenderme
es cierto, y medios tengo de castigar y confundir la impostura, vengar al Cielo
injuriado y hacer que se arrepientan aquellos que hablan de hacerme salir de aquí.
PREGUNTAS
1. ¿A quién critica
Moliere en esta fragmento? ¿Qué otros aspectos de la sociedad denuncia?
2. Completa el cuadro
correspondiente:
Obra
|
El
Tartufo
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Género
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Especie
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Tema
Principal
|
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Contexto
de la obra
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Contexto
del autor
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Personajes
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3. Elabora un cuadro
comparativo sobre los personajes:
Criterios
|
Orgón
|
Elmira
|
Tartufo
|
4. En: “Si mi consentimiento entraña alguna ofensa,
recaiga sobre quien me fuerza a tal violencia. La culpa en verdad no es mía.” ¿Qué
podemos decir sobre la credibilidad de las mujeres en esta época?
5. En: “Vos, que tan altanero habláis, sois quien
debe salir. La casa me pertenece, como lo haré conocer (…)” ¿Qué idea nos
sugiere sobre la hipocresía?
6. ¿Qué diríamos de
las mujeres de esta época, si es que Elmira cede ante los ímpetus de Tartufo?
7. Si Tartufo acepta
su culpa y reconoce sus errores, entonces qué podríamos decir al respecto.
Referencias bibliográficas:
& Correa, P. y Orozco, A. (2004). Literatura
Universal. Editorial Pearson. México.
& Diccionario de la Literatura Universal (2004). Editorial Océano. España.
& García, L. (1963). Historia de la
Literatura. Editorial Teide. Barcelona.
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